La fabricación de nuestros productos tiene un proceso simple y que conlleva muchas manos amigas.
Diseñamos primero una prenda que a nosotras nos encanta, la usamos, y cuando nos resulta al punto de querer tenerla puesta todos los días, entonces decidimos que esa será la que les ofreceremos a ustedes.
Luego, viene el proceso de trabajar en la moldería para ampliar la curva de talles. Y nuevamente se prueban las prendas y se realizan las correcciones necesarias.
Ya listos los moldes, lo que sigue es el corte. Previamente las telas tienen que ”descansar” para que pierdan su estiramiento, esa tensión que adquirieron cuando las enrollaron en fábrica, por eso se dejan sueltas sobre la mesa durante horas para que descansen y se aflojen o contraigan. Recién entonces podemos ubicarlas a lo largo de la mesa de corte, repitiendo esta operación varias veces de modo de encimar varias telas. Por último las sujetamos con pinzas para que no se muevan, colocamos sobre ellas la moldería y cortamos.
Las piezas que resultan del corte se entregan a los talleres de costura… y luego esperamos, esperamos, esperamos…☺☺☺ Es que hoy en día los talleres textiles se encuentran sobrecargados, y por eso debemos ser pacientes para tener nuestro producto. Agradecemos mucho a todos los que son parte de esa empresa.
Ya de vuelta con las prendas terminadas, verificamos, hacemos control de calidad, y les damos los últimos toques:
Etiquetamos, embalamos y…listo! Tu Impronta ya está esperándote para que la disfrutes ☼